sábado, 14 de octubre de 2017

Juzgar a una niña, condenar a una mujer

Cada vez que condenamos la vida sexual de una mujer, cuando criminalizamos a una joven que aborta, cuando llamamos putas a las niñas y adolescentes; estamos alentando a que sean corregidas y encaminadas.

Los mandados a hacerlo serán los hombres y sus métodos irán desde el insulto y bullying, pasando por golpes y palizas hasta llegar alasesinato. Porque cuando la mujer es puta merece morir apedrada, cuando es infiel, cuando no se porta bien y cuando se atreve a pensar por sí misma.

Porque Dios así lo quiso, porque Dios también es hombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario