jueves, 22 de octubre de 2015

de armas tomar

Escribo y no hago otra cosa porque es el único oficio que aprendí, no sé hacer más. De hecho, desde niña siempre quise escribir; los mayores cuentan que me desesperaba ante la impotencia de mi analfabetismo; así, solo lograba plasmar 


en esas pobres hojas de cuaderno azul y viejo hasta hacerles agujeros mientras exclamaba, retóricamente: ¡por qué no sé escribir!
Mis padres supieron desde ese entonces que yo era una niña "de armas tomar". 

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