Cuando eres una lesbiana nacida en las ochentas te encuentras de pronto con que tienes diecinueve años y estás desesperada por algo que se llama "representación LGTBI en las pantallas".
Yo vivía en un pequeño departamento en Camacho y dedicaba mis días a estudiar desganadamente literatura. Pero en las noches podía hacer lo que quisiera, y esto era buscar películas de temática lésbica de las manos de youtube. Fue así que me encontré con Desert Hearts, una película simple que se desarrollaba en los años cincuenta.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEheIYzjffd5vshkQKPDn97WNruAlfPBVHNk6y0wB2qIb2ESJLuOHqa8Dy0zR7mm9CyIA03SURIUvNF24khQQ2oqPhyphenhyphenNrBu04TADpP0iaLzywgjOMZZIbGp4CQA4j5jbqwjMfOPVAR7fDWyU/s320/corazones+des%25C3%25A9rticos.jpg)
Una profesora de literatura viaja a Texas a finalizar los trámites de su divorcio. En este discurrir conoce a Cay, una joven escultora que se gana la vida trabajando en un casino. Por supuesto ambas empiezan un idilio que aún recuerdo con mucha intensidad porque no existía como ahora tantas películas y series que hablasen de lesbianas. Me refiero a la época pre The L Word, un periodo oscuro sumido en la ignorancia y la poca representación.
1/2 hora más contigo contenía desierto, casas de apuestas, Elvis y Cash, y dos mujeres muy atractivas que se llevaban 10 años de diferencia según el guión. Era, en suma, perfecto.
Gracias a esta película de lesbianas y arena conocí una canción "Leavin' on your mind" de Patsy Cline, una melodía que decía sencillamente: "Si ya me olvidaste, házmelo saber. No me dejes en un mundo lleno de sueños que podrían haberse realizado..."
Gran canción, tan precisa para una ruptura amorosa, de esas que te dejan astillas en el corazón.