Alejandra llegó a casa, luego de pasar unos días en la casa de sus primos, y contenta de ver a su madre, le dijo feliz: mami, mira la canción que he aprendido:
una
vieja y un viejito
una
vieja y un viejito
se
cayeron en un pozo
se
cayeron en un pozo
y la
chancha le decía
y la
chancha le decía
aprovecha
pues baboso
aprovecha
pues baboso
La mamá de Alejandra se quedó boquiabierta. En los años
venideros, esta sería una de las anécdotas que más usaría en las reuniones
familiares.